Al igual que la pimienta rosa, la pimienta de Jamaica no pertenece a la familia botánica de la pimienta negra que conocemos tradicionalmente en la cocina española. En este caso hablamos de una baya del árbol pimenta dioica, que se recoge verde y se deja secar para conseguir su característico color marrón. El sabor de la pimienta de Jamaica recuerda a una mezcla entre el clavo, la nuez moscada, la pimienta y la canela, y por este motivo esta especia se conoce en inglés con el nombre de allspice, que podemos traducir literalmente como todas las especias. Este sabor es una combinación entre un ligero toque picante y un fuerte aroma.
Este fruto no se utiliza, por tanto, para aportar picante a la comida, ya que no es su principal punto fuerte. Es uno de los ingredientes más utilizados en la gastronomía caribeña, sobre todo para la elaboración de mole mexicano o curry en polvo. En estos casos siempre se utiliza molido. También es una especia muy apreciada por la industria alimentaria, especialmente para las salsas barbacoa industriales. Sin salir de la cocina, este condimento se utiliza principalmente para aportar aroma a salsas, pescados, carnes, adobos y bebidas.
Pero más allá de sus cualidades culinarias, la pimienta de Jamaica se utiliza por sus beneficios para la salud a la hora de aliviar los dolores y las molestias estomacales. No en vano, este fruto es estimulante, antidiarreico y carminativo, por lo que ayuda a realizar la digestión, a mejorar el tránsito intestinal y a expulsar los gases. También tiene cualidades antioxidantes, ideales para combatir los radicales libres y prevenir la aparición de enfermedades degenerativas. Asimismo, impide la proliferación de hongos y previene la disentería, una dolencia infecciosa que provoca la inflamación del intestino grueso y provoca fiebre, dolor abdominal y fuertes diarreas.