El hinojo en grano, cuyo sabor es muy parecido al del anís al pertenecer a la misma familia, es una especia muy utilizada tanto como condimento como por sus propiedades medicinales. En cocina se emplea para dar un toque de sabor a la carne, el pollo y el pescado, y puede utilizarse tanto en grano como molido. Para potenciar aún más el gusto a hinojo podemos moler estas semillas en un mortero y añadirlas directamente sobre los alimentos. En grano, además, ofrece la posibilidad de realizar infusiones para aliviar los gases y otras dolencias relacionadas con el aparato digestivo, como las flatulencias o los retortijones.
Y es que el hinojo tiene importantes efectos carminativos y digestivos que ayudan a realizar la digestión y a prevenir la aparición de gases y otros transtornos relacionados con las malas digestiones. Además, abre el apetito, alivia los cólicos abdominales, reduce la hinchazón de vientre, expulsa las flatulencias y acaba con la sensación de nervios en la boca del estómago. Para conseguir estos efectos se recomienda tomar infusiones de granos de hinojo dejando cocer durante 20 minutos (una cucharadita por vaso de agua). Lo ideal es consumir dos infusiones diarias para potenciar los efectos.
Esta hierba también es diurética, por lo que favorece la eliminación de líquidos. Es antitusiva y expectorante, muy útil para combatir la tos y abrir las vías respiratorias. El hinojo también alivia los dolores relacionados con la menstruación, estimula la secreción de leche en las mujeres lactantes y reduce el nivel de colesterol en sangre gracias a su riqueza en ácidos grasos ensenciales como el oleico y el linoleico. Su alto contenido en hierro es un buen remedio contra la anemia, mientras que sus propiedades antioxidantes combaten los radicales libres causantes del estrés oxidativo. Por sus cualidades estimulantes es un remedio natural para aumentar la potencia sexual.