Las semillas suelen pasar desapercibidas en nuestra cocina diaria. Sin embargo poseen propiedades muy beneficiosas para el organismo que merecen atención. Si las incluyes en tus recetas, podrás obtener sus beneficios en tu día a día, además de en ocasiones puntuales.
En el caso del sésamo, es una semilla alta en grasas buenas y con propiedades que mejoran la circulación de la sangre. Por ello el sésamo se convierte en una semilla curativa y preventiva que no debemos pasar por alto.
Qué es el sésamo
El sésamo es una planta herbácea que pertenece a la familia de las pedaliáceas. Esta planta se caracteriza por sus flores en tonalidades blancas y rosas. La semilla de esta planta es el sésamo. Las vainas pueden contener semillas blancas, marrones o negras, dependiendo del tipo de cultivo. Una sola vaina de esta planta puede contener hasta cien o más semillas.
Origen del sésamo
Esta semilla, y su planta originaria, proceden de India y África. Fueron transportadas por primera vez a América por los esclavos, quienes ya la incluían en sus recetas. En la actualidad su uso es amplio en países como Japón, China y en toda la zona latinoamericana, donde recibe el nombre de ajonjolí.
Tipos de sésamo
Según el tipo de cultivo, la semilla del sésamo puede ser blanca, negra o marrón. Su consumo más habitual es el sésamo tostado, el cual es recomendable moler para mejorar su digestión y poder disfrutar de todas sus propiedades al completo.
Beneficios del sésamo
Sus propiedades nutritivas, preventivas y curativas convierten al sésamo en una semilla ideal para consumo diario en pequeñas cantidades. El sésamo es una fuente de omega-6, antioxidantes, vitaminas y fibra dietética con potencial anti-cáncer, así como propiedades que potencian una buena salud.
Por ello las semillas ayudan a bajar el colesterol LDL o colesterol malo y aumenta el HDL o colesterol bueno en la sangre al igual que lo hace el aceite de oliva o las desconocidas semillas de amapola.
- Ayudar a prevenir las enfermedades coronarias y los accidentes cerebrovasculares
- Evitan el efecto de los radicales libres, por lo que son un potente antioxidante perfecto para incorporar en la dieta y evitar el envejecimiento prematuro
- Ricas en minerales esenciales
- Tienen un papel crucial en la mineralización de los huesos, la producción de glóbulos rojos, la síntesis enzimática, la producción de hormonas, así como la regulación de las actividades musculares, cardíacas y esqueléticas.
- Regulan el tránsito intestinal
Cómo tomar sésamo
El sésamo tostado es la forma más convencional de uso por su agradable sabor a nuez.
El sésamo se puede añadir a ensaladas, a los platos de arroz e incluso de pasta. Notarás cómo su sabor matiza todos tus platos y le añade un toque extra que te encantará.
En recetas, el sésamo suele emplearse en la elaboración de platos como sushi, ensaladas, woks, pastas y sopas.
Una de las recetas más especiales que se preparan con este ingrediente es el tahini, una pasta de semillas de sésamo molidas, que se utiliza como base para la elaboración del tradicional hummus.
Pero no solo las semillas son aprovechables, ya que también existe el popular aceite de sésamo, que sirve para preparar diversos platos, principalmente de origen asiático, donde su uso es muy popular.
Contraindicaciones del sésamo
Si bien se trata de una semilla bastante beneficiosa y buena para la salud, debemos tener en cuenta ciertos aspectos para evitar complicaciones derivadas de su consumo.
Ya que es un estimulante digestivo y mejora el tránsito intestinal, no se recomienda su consumo en casos de diarrea, ya que podría agravar el problema. Asimismo, las personas alérgicas a la planta de sésamo deben abstenerse de consumir las semillas, pues podrían presentar reacciones adversas.
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